jueves, 8 de octubre de 2009

Prefiero ver Callejeros que Modern Family


Modern family intenta analizar a modo de documental a la familia escogiendo tres tipos diferentes: el primero de ellos, el tradicional, compuesta por un matrimonio y tres hijos; el segundo, por una pareja homosexual que acaban de adoptar a una niña vietnamita y el tercero, un hombre que se casa con una latina que tiene ya un hijo. Si bien, están relacionados todos ellos: el hombre casado con la latina es el padre de la mujer-madre de la primera familia y de uno de los homosexuales de la segunda.


La crítica de compañeros bloggeros y la profesional en general ha sido bastante buena. Yo discrepo. Siendo una sitcom tendría que hacer reír, sin embargo, a mí me aburrió. Los intentos de risas caen en saco roto. El momento en que el padre `cool´de la familia tradicional baila High School Musical, en vez de dar risa, es patético. O explotas el momento o dejalo pasar. El único momento con el que consiguieron arrancarme una sonrisa fue con la presentación de la hija vietnamita con la música de fondo del Rey León.

A pesar del esfuerzo, la elección de las familias es muy tópica. Tampoco la tipología de los hijos de la familia tradicional es muy ocurrente: una hija mayor adolescente que trae un chico a casa, una hija mediana sabelotodo y poco convencional y el hijo pequeño travieso. Ninguno de los personajes me ha llamado la atención. A pesar de que todo ya está inventado, tienen que tener algo, un "no sé que" que haga que te enganche a los personajes. Pero no ha sucedido. El patriarca de la gran familia está interpretado por un orundo Ed O'Neill, el protagonista de una sitcom clásica, Matrimonio con hijos. El tiempo no pasa en balde, señor O'Neill. Este punto me deja aturdida ya que no encuentro explicación a que Gloria, una exhuberante latina interpretada por Sofía Vergara, se case con él. No sólo por el físico, sino que su personaje es bastante grotesco. y nada atrayente ¿Será por el dinero? Su hija y madre de tres hijos, Claire está interpretada por Julie Bowen, a la que recuerdo de la simpática y ocurrente Ed (iba sobre un hombre que vuelve a su pueblo y abre una bolera en la que instala su despacho de abogado). Finalmente Ty Burrell que hace del marido de Claire y padre moderno, al que ví en en Devolvemos la conexión, junto a Kelsey Grammer.

Sigue el estilo “Mockumentary” de The Office donde la ficción se narra como si de un documental se tratara. Pero a mí no me termina de convencer. La cámara en mano utlizada aquí me marea: planos torcidos, incompletos. No hace falta mover tanto la cámara para dar la sensación de que los estás grabando en vivo.

En conclusión, Modern Family ha sido ganadora del premio al estreno que no voy a seguir (salvo que me la encuentre por casualidad y haya cambiado ya que todas las series se merecen una segunda oportunidad). Seguramente a los seguidores de The Office les encantará (una serie que tengo pendiente de ver). Pero a mí, ni me ha interesado la historia, ni los personajes, ni la forma de grabación, ni nada. Aunque sólo dura 22 minutos, prefiero dedicarselos a otras sitcoms.


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