martes, 20 de marzo de 2012

Una difícil dicisión

(OjO Si no sabes quién sobrevive al ataque zombie final, no sigas leyendo.
SPOILERS DEL 2.13 THE WALKING DEAD)

La controvertida The Walking Dead ha llegado al final de su segunda temporada y sigo con la sensación de que nos podía haber dado mucho más de lo que nos está dando (siempre hablando desde la perspectiva seriéfila y alejándose, por tanto, de cualquier parecido/ adaptación/ inspiración con el comic). Si su piloto fue fascinante, su primera temporada dejo mucho que desear. Como ya vaticiné a la hora de hablar del primer capítulo de esta segunda temporada, “el estreno fue un episodio ordinario, nada espectacular o que muestre señales de que vaya a ser una mejor temporada que la primera”. Y efectivamente así ha sido, aunque he de confesar que los dos últimos capítulos han sido de lo mejor que se ha visto. 

No creo que tal y como está planteada la serie, alargarla a los 13 en esta segunda temporada y 16 en la tercera suponga un aumento de nivel de calidad de la misma. Al contrario, lo que provoca es que tenga que haber necesariamente mucho más relleno.  Si la primera parte de esta segunda temporada se centró en la búsqueda de la hija perdida, para luego descubrir, como era de esperar, que ésta era un zombie, la segunda fue la búsqueda de la normalidad en el Apocalipsis. Sin duda, centralizar toda la historia en permanecer en la granja le ha hecho más mal que bien. Ello ha provocado que los personajes que estaban faltos de matices, sigan teniendo ese déficit.

En este panorama, dos personajes, sin embargo, es necesario señalar: Rick y Shane. Ambos son los que han tenido una evolución más significativa y casualmente hacia el mismo punto, aunque a velocidades muy distintas. Estaba bastante claro que la locura de Shane le iba a llevar a un destino poco agradable. Su muerte es el punto de inflexión para que Rick se convirtiese en el dictador que apuntaba maneras desde el principio. Esa arrogancia, soberbia y orgullo hace prever que tenga un final semejante o, al menos, no muy halagüeño. Es curioso que sea Shane y no la muerte de Dale, una de las más inexplicables, la que lleve a los personajes a plantearse quién es quién en este juego. Pero otro noticia también provoca ese reflexión. Lo que le dijo al oído el doctor al final de la primera temporada a Rick y que yo pensaba que era que Lori estaba embarazada ha resultado ser que todos están infectados y por eso, al morir se convierten en zombies (aunque Dale, por ejemplo, no. ¿Serán sólo los que mueren de “forma humana”?).

La serie ha girado constantemente en torno a la fe y a las decisiones morales. En este sentido, son varios los hechos que han provocado que el grupo se haya planteado su filosofía de vida: la llegada de un “extraño” al grupo, Randall, que puede ser un peligro, confesar o no el secreto del virus… Es este precisamente mi gran queja respecto a la serie. Si bien no somos nadie para criticar las decisiones que se toman en ámbitos de sumo peligro o supervivencia, si que en la serie debe haber cierta coherencia o la falta de la misma debe de obedecer a razones. Dicho de otro modo, me han faltado conversaciones más profundas que hagan enriquecer tanto la personalidad de los personajes comos sus acciones. En consecuencia, el odio que han despertado la práctica totalidad de personajes (quizás menos Daryl) es un handicap difícil de superar en la serie.

En definitiva, y como dice Miss MacGuffin en su post […] "19 capítulos después de su estreno, tendríamos todos que asumir que "The Walking Dead" es como es y no va a "mejorar"; está llena de baches en el ritmo, muy pocos personajes están de verdad bien construidos y dibujados y no va a haber tres ataques de zombies en cada capítulo. Al mismo tiempo, maneja como pocas series el silencio, puede construir grandes momentos de tensión y ha dejado algunos apuntes de que la faceta de que los humanos son peores que los zombies (que es su tema principal) puede explotarse de un modo interesante […]". Lo negativo, no me gusta a rabiar y lo positivo, me gusta mucho. Esa dicotomía es lo que me hace debatirme entre si debería asumir que el alma de la serie es ésa y no otra para disfrutarla más o si realmente, si la serie no llena del todo, abandonarla.

Por tanto… ¿Veré la tercera? Aún no lo sé. Ya dije que si no fuese porque la veo en español y en FOX al día siguiente seguramente ya la hubiese abandonado así que todo dependerá supongo de este mismo hecho. No obstante, dos argumentos pueden que provoquen que me levanta de mi letargo y la vea. Uno, la cárcel, el edificio grande que vemos al final, un sitio que a priori puede dar mucho juego junto con la aparición de un supervillano, el Gobernador, y que quienes saben del comic han provocado mucho hype al respecto (con la salvedad claro de que se desenmarquen tanto que el parecido sea sólo anecdótico). Y dos, el personaje que salvó a Andrea, cuya única imagen ha conseguido despertar toda mi curiosidad. No obstante, la decisión se tomará en octubre.

3 comentarios:

satrian dijo...

Creo que con menos episodios y centrando más la trama y la evolución de los personajes les iría mejor, demasiadas lagunas en la que parece que el guión no avanza, yo también estoy pensando si seguir o no con ella, y eso que la trama de la cárcel en los comics está bien.

Anónimo dijo...

Dale no se convierte en zombie porque le rematan con un tiro en el cráneo que segun la mitología zombie es lo único que puede acabar con ellos.

En cuanto a los personajes la mayoría me resultan prescindibles incluyendo a Rick hasta los diez minutos del final. Los que mas me gustan son Andrea, Daryl y Shane y odio a muerte a Lori que solo tiene escrupulos cuando se interponen en su camino.

Un telespectador más dijo...

Yo siempre he tenido muchísimas dudas, pero esta recta final de temporada me ha convencido muy mucho, y parece que por fin al serie se pone más serie y un poco más oscura con la evolución de Rick, así que yo si me la quedo para el curso que viene.

Saludos!