(OjO Si no sabes quién ha sido herido en una mano, no sigas leyendo.
SPOILERS DE HOMELAND HASTA 2.05)
Hasta hoy no me habían entrado las ganas de hablar de una de las series que más aplausos está recibiendo últimamente. Es más, no había hablado de ella nunca hasta ahora. Sin embargo, una escena, dos protagonistas pueden hacer que te despierten de una manera brutal. Efectivamente, si hay un drama que demuestra estar a otro nivel, ése es Homeland. No obstante, debo matizar que hasta el final del cuarto capítulo de la segunda temporada y, especialmente, este quinto tenía mis dudas sobre los elogios hacia la segunda temporada (no así sobre la primera).
El año pasado maratoneé la primera temporada impulsada por las grandes alabanzas que había recibido y efectivamente fue el mejor estreno demostrando que con un buen guión escrito y unas interpretaciones magistrales no hace falta más (como si eso fuera tan fácil de conseguir, ¿verdad?). La primera temporada consiguió construir una trama compleja en la que, ya no por capítulo por capítulo, sino escena por escena lograba despertar muchas dudas al telespectador sobre las intenciones de los personajes, en especial de Brody. Recuerdo como tan pronto me convencía de su recuperación a la vida normal, como me hacía sospechar de que tenía un plan oscuro. Así no es de extrañar que lograse en los pasados Premios Emmys cuatro, al mejor drama, actor protagonista, actriz protagonista y mejor guión por su episodio piloto (aunque yo siempre ensalzaré el último de ellos mucho más).
Así llegamos a la segunda temporada con la dura misión de mantener el excelente nivel que había cosechado durante sus primeros doce capítulos. Como decía, los primeros capítulos de esta segunda temporada me estaban despertando dudas sobre si lo estaba consiguiendo. Sí se estaba acercando bastante a ese gran nivel, pero había cosas que me parecían demasiado facilonas, aunque totalmente justificables para beneficiar la trama y más viendo el punto culminante de este quinto capítulo. Me refiero obviamente a la vuelta de Carrie y el encuentro del video. Pero cualesquiera dudas que pudiese tener han quedado disipadas con el cuarto y el quinto capítulo.
Era obvio que después de encontrar el video, iban a vigilar a Brody; pero lo que no me esperaba tan pronto fue que Carrie descubriese el pastel. La escena del bar con el coqueteo nervioso de ella sólo podía ser superada por otra escena igualmente impactante entre los dos: el interrogatorio a cámara cerrada. 15 minutos en los que no hace falta más para disfrutar de dos grandes intérpretes que mirándose a los ojos provocan tantas emociones. La escena montada con una gran conversación y con un intercambio de plano-contraplano es sublime. La tensión entre ellos es una de las mejores vistas hasta el momento. Es inevitable en esos planos no sentirse totalmente fascinado por Damian Lewis y Claire Danes, que me da en la nariz que se han asegurado muchos más premios futuros. En definitiva, un capítulo sublime que marca un antes y un después en esta temporada.
Homeland es una serie que sabe muy bien equilibrar el ritmo, los silencios, las palabras, los ojos llorosos, los cliffhangers. Poco a poco, sin prisa nos ha ido desarrollando la historia para llegar a ese punto de inflexión, esa cumbre en la historia que trastoca todos los planes que podíamos albergar. A partir de ahora, habrá que ver cuáles son las consecuencias de esa tensión-amor-odio entre Carrie y Brody (de esa mano de él sobre la mano de ella en el coche), de ese pacto de Brody con la CIA y si realmente lo acatará o jugará a dos bandas, de cómo repercutirá en sus relaciones familiares, en concreto con su hija, que se ha descubierto como otra de las grandes puntos fuertes de esta temporada. Ella es el mástil de la benevolencia de su padre y precisamente esa subtrama con el hijo de Walden (excelente escena del cuarto episodio en el obelisco donde se confiesan amor reflejándose sus caras en el cristal) y el atropello se antojan de lo más interesante ya que puede provocar muchas repercusiones y hacer que todo se tuerza.
Lo mejor: que aún estamos a mitad de temporada, por lo cual queda todo un mundo que descubrir. Si bien, que haya una tercera temporada vuelve a evocar dudas sobre cómo se las ingeniarán para mantener tal alto nivel. Pero no corramos. Tan peligroso es que las series no sepan retirarse a tiempo, como que los telespectadores estemos siempre desconfiando. De momento, sigamos disfrutando de esa guerra psicológica en la que nada es lo que parece que nos ofrece Homeland.
PD. En Cocina en serie, también le dimos nuestro particular homenaje. ¿Quieres saber con qué receta? Pincha aquí.
Homeland es una serie que sabe muy bien equilibrar el ritmo, los silencios, las palabras, los ojos llorosos, los cliffhangers. Poco a poco, sin prisa nos ha ido desarrollando la historia para llegar a ese punto de inflexión, esa cumbre en la historia que trastoca todos los planes que podíamos albergar. A partir de ahora, habrá que ver cuáles son las consecuencias de esa tensión-amor-odio entre Carrie y Brody (de esa mano de él sobre la mano de ella en el coche), de ese pacto de Brody con la CIA y si realmente lo acatará o jugará a dos bandas, de cómo repercutirá en sus relaciones familiares, en concreto con su hija, que se ha descubierto como otra de las grandes puntos fuertes de esta temporada. Ella es el mástil de la benevolencia de su padre y precisamente esa subtrama con el hijo de Walden (excelente escena del cuarto episodio en el obelisco donde se confiesan amor reflejándose sus caras en el cristal) y el atropello se antojan de lo más interesante ya que puede provocar muchas repercusiones y hacer que todo se tuerza.
Lo mejor: que aún estamos a mitad de temporada, por lo cual queda todo un mundo que descubrir. Si bien, que haya una tercera temporada vuelve a evocar dudas sobre cómo se las ingeniarán para mantener tal alto nivel. Pero no corramos. Tan peligroso es que las series no sepan retirarse a tiempo, como que los telespectadores estemos siempre desconfiando. De momento, sigamos disfrutando de esa guerra psicológica en la que nada es lo que parece que nos ofrece Homeland.
PD. En Cocina en serie, también le dimos nuestro particular homenaje. ¿Quieres saber con qué receta? Pincha aquí.